Emociones: Qué son las emociones, funciones, tipos…

1.- Definición de emoción ¿Qué son las emociones?

Las emociones son reacciones inconscientes ante determinados estímulos (internos o externos) que preparan a nuestro organismo para actuar instintivamente. Como veremos más adelante, esta reacción se produce de tres formas, fisiológica, comportamental y cognitiva. Su función es garantizar nuestra supervivencia.

Según la neurociencia, la emoción es una activación neuroendocrina y conductual que induce al movimiento, proporcionando la energía necesaria para la acción. 

Cualquier emoción es la vivencia de alguna forma de placer o displacer que va acompañada de una tendencia a actuar de manera determinada para mantener, aumentar o reducir esa vivencia. Las emociones son imprescindibles en nuestra vida, ya que nos ayudan a sobrevivir y a tomar decisiones.

Hoy día sabemos que no es el coeficiente intelectual el que nos hace triunfar en la vida, si no cómo manejamos nuestras emociones, es decir, nuestra capacidad de interpretar y utilizar adecuadamente estas emociones para resolver las dificultades que se presentan y tomar las mejores decisiones.

El éxito en la vida depende en un 23% de nuestras capacidades intelectuales y el 77%  de nuestras aptitudes emocionales

The consortium for Research on Emotional Intelligence in Organizations

Podemos concluir que la calidad de vida de una persona, depende de su equilibrio emocional, esto es, de la capacidad para sentir sus emociones de forma adecuada y regularlas en respuesta a las circunstancias de la vida.

2.- ¿Por qué sentimos emociones?

La valoración que nosotros hacemos de un estímulo o acontecimiento es lo que provoca la emoción. Este acontecimiento o estímulo puede ser real (percibido por los sentidos) o imaginario (recuerdo o futurización); consciente o inconsciente.

Existe una primera valoración automática, una reacción muy rápida que suele ser inconsciente, es la denominada valoración primaria. Después se produce la valoración cognitiva o secundaria, después de pasar por el cerebro racional.

Todos tenemos un estilo valorativo que se aprende en la familia, en la sociedad, en los medios de comunicación, en la escuela… Los estilos valorativos son conjuntos de juicios de valor o evaluaciones preestablecidas de ciertas situaciones. Estas situaciones, en muchas ocasiones se generaron en la infancia y fueron interpretadas y etiquetadas de forma que, en el presente, nuestro inconsciente asume e interpreta de la misma forma.

Pongamos un ejemplo, ante un suspenso,si en su día obtuve una reprimenda por parte de la profesora y un juicio negativo, en el presente, ante otro “fracaso”, puedo reaccionar de manera catastrofista pensando que “no valgo para estudiar”, “soy un inútil”… lo cual desencadenará emociones desagradables de tristeza, culpa, frustración, impotencia, ira… O, si nuestro estilo valorativo es positivo y no ha sido dañado, podría interpretar que el suspenso es una señal de que no he estudiado suficiente y mi reacción me ayudará a solucionarlo de forma más saludable con pensamientos del tipo: “para la próxima vez debo esforzarme más”, “si le dedico más tiempo lo conseguiré”…, con lo cual generaré emociones como la esperanza, la voluntad de superación, la motivación ante un reto…

Es importante saber identificar cuál es nuestro estilo valorativo pues con la educación emocional podemos potenciarlo si nos está ayudando o cambiarlo y así disminuir los efectos de los estilos negativos.

3.- Reacción o respuesta emocional

La palabra emoción (“e” significa fuera y “motio” movimiento) sería movimiento hacia fuera, movimiento del organismo hacia fuera (este movimiento puede ser de aproximación o evitación), es una tendencia a la acción.

La reacción emocional activa una parte específica del sistema nervioso: el sistema nervioso autónomo o vegetativo. Si se trata de una reacción de dolor, se activa la subdivisión del sistema simpático y en el caso del placer se activa el sistema parasimpático.

Ante un peligro, se activa el sistema nervioso simpático, la respuesta fisiológica libera muchas hormonas (noradrenalina) y a su vez se producen otras reacciones físicas como contracción muscular potente, aumento de la actividad del corazón, aumento del flujo sanguíneo que favorece a su vez mayor riego de los músculos, aumenta el volumen del aire en los pulmones y esto nos ayuda a estar mejor preparados ante el peligro.

En estados placenteros se activará el sistema nervioso parasimpático, generando otro tipo de hormonas y neurotransmisores (dopamina, endorfinas, serotonina…) y en nuestro cuerpo se producen otras reacciones totalmente diferentes.

Cada emoción se corresponde con una conducta corporal visible y determinada. Por ejemplo, la expresión y la postura cuando estamos enfadados es diferente a cuando sentimos aversión o alegría y cada una de ellas tiene sus características propias, diferenciadas y reconocibles. 

Efectos de las emociones en el cuerpo humano

Efectos de las emociones en el cuerpo humano: los colores más cálidos (amarillos, naranjas y rojos, de más a menos) indican las zonas de mayor actividad, los negros estados neutrales y los fríos (azules claros y oscuros , de más a menos) las de menor actividad. Fuente: Universidad de Aalto

Tipos de respuestas emocionales

La valoración de los acontecimientos activa la respuesta emocional y esta se manifiesta de tres formas:

  • Respuesta fisiológica o adaptativa, es automática, comprende las reacciones corporales y una vez que se ha activado es muy difícil de controlar. Se puede trabajar con técnicas de relajación, reajuste de la respiración, control psicocorporal, mindfulness…
  • Respuesta comportamental o conductual, se manifiesta a través de la expresión emocional, el comportamiento, el lenguaje no verbal, las expresiones del rostro, el tono de voz… se puede disimular o bajar su intensidad, excepto la sorpresa. Se trabaja con habilidades sociales, expresión matizada de la emoción, entrenamiento en observación…
  • Respuesta cognitiva subjetiva, es la experiencia emocional consciente, la valoración que hacemos de la situación. Se trabaja con dominio del vocabulario emocional, reestructuración cognitiva, introspección, meditación, cambio de atribución causal (la interpretación personal que damos a los acontecimientos: si considero que dependen o no dependen de mí)…

Sobre cada elemento de la triple respuesta de las emociones, se puede intervenir desde la educación emocional.

4.- Para qué sirven las emociones (funciones de las emociones)

Originalmente las emociones están diseñadas para asegurar nuestra supervivencia. Las emociones nos avisan de lo que es importante para nosotros y puede afectar a nuestra vida, tanto para bien como para mal.

Las principales funciones de las emociones son:

  • Función adaptativa: prepara al organismo para reaccionar ante una situación determinada proporcionandonos la energía necesaria para ello y nos impulsa a acercarnos o alejarnos de dicha situación.
  • Función social: la expresión de las emociones informan al propio sujeto y comunican a los otros cómo nos sentimos y las intenciones que de ese estado emocional se pueden derivar, por lo tanto facilita la aparición de conductas sociales apropiadas. Las emociones también nos sirven para influir en los demás y favorecen los vínculos sociales y las relaciones interpersonales.
  • Función motivacional: Las emociones nos motivan pues predisponen a la acción. Nos dirigen hacia un determinado objetivo y aumentan la intensidad. Algunos autores consideran las emociones como sistemas motivacionales primarios.

Otras funciones de las emociones son:

  • Función en el proceso de toma de decisiones ya que las emociones pesan más que las cogniciones, de hecho la mayoría de nuestras decisiones son emocionales y las justificamos con la razón
  • Funciones en los procesos mentales pues afectan a la percepción, a la atención, a la memoria, al razonamiento, a la creatividad…
  • Función en el bienestar emocional y en el bienestar subjetivo, pues las emociones agradables son la esencia del bienestar.

Como hemos visto, todas las emociones tienen una función e influyen en los procesos mentales, en la toma de decisiones y en el bienestar. La buena noticia es que todas estas funciones se pueden educar. 

Cartas de la familia de la Alegría pertenecientes al juego EMOCIÓN! Amplía tu vocabulario emocional

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5.- Tipos de emociones

Existen varias clasificaciones de las emociones dependiendo del autor y de los diferentes criterios empleados. En el artículo de emociones básicas encontrarás otras clasificaciones y modelos.

Si nos fijamos en la valoración del estímulo que activa la respuesta emocional y desde un punto de vista psicopedagógico, podríamos clasificarlas como:

5.1.- Emociones positivas

Son las que se producen cuando hacemos una evaluación favorable respecto a la situación, son las que nos resultan agradables y nos proporcionan placer (alegría, seguridad, curiosidad, orgullo, admiración…)

Ante los estímulos positivos existe cierta insensibilidad, porque las emociones positivas no son tan importantes para la supervivencia y no se viven como necesarias. Es sorprendente saber que hasta el siglo XXI las emociones positivas no se han investigado científicamente. Pero debemos saber que pasamos mucho tiempo en estados neutros o positivos sin ser conscientes de ese bienestar emocional, podemos enfocar nuestra atención en esas vivencias positivas, pues nos cargan de buena energía, que no nos pasen desapercibidas y disfrutemos conscientemente de ellas. A través de técnicas como la atención plena (mindfulness), la relajación, la meditación, la conciencia emocional, la regulación emocional, la autonomía emocional, es decir con habilidades de educación emocional podemos hacerlo consciente y aumentar nuestro bienestar.

5.2.- Emociones negativas

Se producen si la evaluación del acontecimiento es desfavorable, son las que nos resultan desagradables, las sentimos como amenaza, frustración, retraso de un objetivo, conflicto entre objetivos, pérdida, dolor (miedo, ira, tristeza, culpa, aversión, vergüenza…)

Según la teoría de Frijda (1988) “ley de la asimetría hedónica”, las emociones negativas son más intensas y de mayor duración que las positivas, pues nuestra supervivencia depende de nuestra capacidad para detectar rápidamente los estímulos negativos que pueden poner en peligro nuestra vida.

5.3.- Emociones ambiguas

Pueden tener aspectos positivos y otros negativos, como la sorpresa

Aunque esta clasificación es la más común, sería conveniente evitar clasificar las emociones como positivas o negativas, pues todas son necesarias y nos avisan de algo que merece nuestra atención.

Nos ayudaría más a gestionarlas el denominarlas agradables o desagradables.

Cuando hablamos de emociones positivas y negativas, la conclusión lógica es que debemos evitar las negativas (pues son perjudiciales) y buscar las positivas (se consideran beneficiosas)

Algo parecido pasa con las emociones desagradables (no nos gustan), pero nuestro objetivo NO debe ser evitar las emociones desagradables, puesto que no son perjudiciales para nosotros, sino reconocerlas, entender por qué las estamos sintiendo y actuar en consecuencia.

Por ejemplo el miedo es una emoción desagradable, nos avisa de un peligro. No nos gusta sentir miedo, preferimos sentirnos seguros que es agradable.

Pero cuando veo una serpiente y siento miedo, esta emoción me hace reaccionar (huyo, la ataco o me quedo quieto para pasar desapercibid@).
El miedo, en este caso, me protege de la serpiente.

Es muy importante escuchar lo que nos dicen las emociones y actuar en consecuencia.

Considerando, pues, que las emociones no son buenas ni malas, que todas son legítimas, que nos informan de cómo nos sentimos, que hay que atenderlas y aceptarlas, creemos más acertado hablar de emociones agradables, desagradables y neutras o mixtas.

Por otro lado, una misma situación puede generar emociones contrarias según sea la persona, pues la interpretación que se haga siempre es subjetiva y puede cambiarse. Por ejemplo, si vemos a un perrito corriendo que viene hacia nosotros, podemos agacharnos para acariciarle y sentir alegría o salir corriendo porque nos da miedo.

Dibujos de caras expresando emociones

6.- Emociones y sentimientos

El sentimiento es la emoción hecha consciente, es lo que sentimos, por ejemplo, con la felicidad, la satisfacción o el amor.

Puede decirse que el sentimiento es la forma subjetiva que tiene el cerebro de interpretar los cambios fisiológicos que ocurren en el cuerpo a raíz de experimentar una emoción.

La diferencia entre sentimientos y emociones, es clara, ya que la emoción es la primera respuesta que da nuestro cerebro límbico ante el estímulo o situación, es una respuesta inmediata y prioriza nuestra supervivencia. El sentimiento es posterior a la emoción, pues ésta debe pasar a nuestro cerebro racional, que es donde se hace consciente, se valora y se genera la respuesta cognitiva, lo que denominamos sentimiento.

Otra diferencia entre emoción y sentimiento es la duración, mientras que las emociones suelen tener una duración breve (segundos, minutos…) y reclaman una solución urgente, los sentimientos se prolongan en el tiempo, son las emociones que duran e incluyen la capacidad de pensar y reflexionar acerca de lo que se siente.

Comentarios

3 Comentarios

  1. Julio César

    El miedo no es una emoción primaria eso es el susto, el miedo se enseña no es innato, el susto es aquel reacción involuntaria del cerebro para preservamos.

    Tengo otra duda, ¿La emoción es lo mismo que el sentimiento osea felicidad y alegría pero la felicidad dura más tiempo porque es el resultado de la emoción?

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    • el-perruco

      Estimado Julio César, muchas gracias por tu interés y tu aporte.
      El miedo, según los autores más reconocidos, es una emoción básica porque es universal. Es objetiva. Aparece durante el desarrollo natural de cualquier persona, con independencia del contexto en el que se desarrolle.
      Cuando dices que se aprende, no te falta razón. Pero lo que aprendemos es a qué tener miedo no el miedo en sí. Es decir, aprendemos a tener miedo a los perros o a las avispas si hemos tenido alguna mala experiencia. Ahora bien, si creemos que nuestra vida corre peligro, sentiremos miedo sin haberlo aprendido de nadie.
      Respecto al susto, efectivamente es una reacción involuntaria, como el resto de las emociones. Nosotros lo entendemos como una sorpresa (emoción básica) seguida, en cuestión de milisegundos, de miedo a lo descubierto en dicha sorpresa. Otra cosa es estar ‘asustado’ lo que implica sentir cierto grado de miedo.
      Y en cuanto a la diferencia entre emoción y sentimiento, el sentimiento se da cuando una emoción pasa por el cerebro racional y por tanto se le añaden razonamientos que la completan o la invalidan. La alegría cultivada y sostenida en el tiempo, reforzada por pensamientos que nos hacen ver el lado bueno de las cosas se llama felicidad (que es un sentimiento).

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